Te vi de Reojo
Te vi de Reojo
Te vi de reojo, pasaste con tu blusa
rosa con rayas blancas o era ¿blanca con rayas rosas?, no puedo recordarlo con
exactitud, llevabas un pantalón de mezclilla, el cabello recogido (como casi
siempre), te acompañaba una gracia al caminar que en ese momento me pareció se
debía a unos tacones bajos que llevabas, ahora sé que es tu forma de caminar,
me gustaron de inmediato tu mirada y tus labios, me gustó también esa
coquetería disimulada, recuerdo que estábamos en un convivio donde partiríamos
una rosca de reyes, esa fue la primera vez que nos encontramos. Ayudaste a
servir comida y luego ayudaste a lavar unos trastes, por un momento me paso por
la cabeza que esa sencillez era cada vez más escaza, que deberías de ser una
buena mujer. Eras joven, hermosa, sencilla y eras maestra, definitivamente eras
un prospecto inmejorable pensé, aunque yo sabía que era improbable volverte a
ver y mucho menos andar contigo, me gustaste, pero no me atreví a decírtelo.
Supongo que habrán pasado alrededor de
2 semanas, y un día lo impensable ocurrió, en
mis andanzas matutinas por la oficina -- en ese entonces mi trabajo era
saludar a medio mundo y tratar de resolver los problemas que se presentarán-- (es
mi deber decir que en ese entonces yo era una especie de fanfarrón que creía
que todo lo podía) Una mañana como tantas otras, caminaba por la parte de
arriba de mi centro de trabajo cuando otra vez te vi de reojo, estabas sentada
esperando que alguien te atendiera afuera de una oficina, clarito pude ver como
trataste de esconderte de mí, fingiste que leías el periódico, aunque me di
cuenta de lo anterior, yo no pude más que pensar en mi buena suerte, y haciendo
gala de mi fanfarronería me acerqué a decirte que me acompañaras a mi oficina,
desde allí resolveríamos lo que sea que estuvieras esperando resolver, tú con
mucha pena te resististe y me dijiste que no, que allá esperarías, yo con la
experiencia que tenía en esos menesteres, sabía que te harían esperar todo el
día y al final del horario te dirían que regresaras al otro día, así durante
muchos días, una prueba de resistencia y nada de garantías, solamente te harían
perder el tiempo.
Después de mucho insistir y luego de
que resistieras a mis encantos, por fin pude convencerte de que fueras conmigo,
yo solamente quería que estuvieras en mi oficina, quería contemplar tu belleza
de cerca y de paso demostrarte que tal vez con mi ayuda, podría ayudarte a
resolver tu situación, por alguna extraña razón fueron varios días los que se
llevaron en resolver ese asunto, yo estuve encantado mirándote de reojo todo
ese tiempo, por ratos fantaseaba con poder tenerte en mis brazos, te veía
delgadita, eras preciosa pero demasiado joven,
la ternura andante, aunque también debo decirte que me sentía mal por
tener ese tipo de deseos, pensaba que yo no merecía a una mujercita como tú. Una
mañana pasó lo inevitable, por fin te asignaron lugar de trabajo, Mahahual, yo
me puse contento de haberte podido ayudar, aunque no sé si realmente lo hice,
de algo habrá servido un poco de presión de mi parte, también me puse triste,
ahora ya no alegrarías mis días en mi oficina, pero guardé tu promesa de un día
ir a comer juntos.
El resto de la historia se remonta
hasta el día de hoy, cientos de noches eternas y 2 hermosos hijos después, que,
aunque han vuelto nuestros días caóticos, alegran nuestras almas, desde que me
acariciaste con el cariño que lo hiciste, y la forma en que te ocupaste de mí,
ha sido lo más grande que me ha pasado, Dios tiene maneras muy diversas de
manifestar su presencia, tú y mis hijos son la más bella de esa maneras. A
partir de ti me he esmerado en ser un buen ser humano, en ser un buen esposo,
un buen papá, el significado de familia lo aprendí de ti y contigo.
Un 21 de febrero de 2012, supe que quería
que fueras mi novia. Pero un 29 de julio de 2017 supe que te quería definitivamente
para la eternidad, has inundado mis días de alegría, de amor, de felicidad, de
ganas de vivir. Ocho años después te amo cada día más, valoro como nunca tu
presencia y agradezco al universo por tu existencia, sé que aún nos falta mucho
por vivir y me emociona pensar que a tu lado no deseo nada más que a ti.
Te
amo hermosa mujercita mía…
Hermosa redacción sin duda de un fantástico momento de unión entre dos almas que se cruzaron para seguir su camino eternamente y que deseamos con cariño así sea 🙏
ResponderBorrarHola sobrino, bonita historia de amor, ya lo dice una canción "el amor es como una flor" hay que cuidarla para que siempre floresca, siempre una muestra de cariño. Dios los bendice
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